Historia de un perro abandonado

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Hoy abrí mis ojitos y el sol brillaba, el cielo estaba completamente azul, hoy no iba a llover por lo que sería un día de suerte! y fue así, el señor que nos da de comer a los 200 que estamos aquí, dice que nos portemos muy bien porque posiblemente tendremos una segunda oportunidad, pero que significa una segunda oportunidad? no lo sabía, hasta que se acercó a mi una humana, me acarició la cabeza, y empezó a rascarme la panza, mi patita no dejaba de moverse sola, me reí mucho, y ese día, ella me llevó a su casa, estaba muy contenta y yo también! Aunque me tuve que despedir de mis amigos donde vivía, sentí algo curioso en mi estómago, como mariposas revoloteando dentro de él.  

Cuando entré a la casa, conocí un hombre que también se alegró mucho de verme, me puso un lazo rojo en el cuello y me metió en una caja oscura, al menos tenía unos cuantos agujeros para respirar, ellos estaban muy felices de verme y repetían muchas veces que sería una gran sorpresa para Pipe. Hasta ese momento, no sabía que pasaba, estaba muy emocionado y nervioso, y como me dijo el señor que nos daba de comer en mi anterior hogar, yo me estaba portando muy juicioso. Mientras esperaba a que me abrieran, me distraía con el olor a galletas, buñuelos y natilla, olores que hacían mover mi pancita.

Llegó el momento de conocer a Pipe, él movió la cajita donde yo estaba, y vi una luz, cuando se abrió la caja, me sorprendí al ver un humano pequeño! al igual que yo! en ese momento entendí que era mi nuevo amigo! y me puse muy feliz, le di muchos lengüetazos y brinque para jugar, Pipe jugó conmigo hasta el amanecer. Fue el día más feliz de mi vida, y a partir de ese día me sentí calientito, rodeado de amor, de mucha comida, galletas y pelotas que suenan cuando las muerdo y hasta unos trapos que Pipe me pone cuando hace frío, son un poco incómodos, pero el dice que me veo muy bien. Hasta nos fuimos de vacaciones, fuimos al bosque, corrimos juntos, nos metimos al río y nos ensuciamos hasta el cansancio, todos estábamos muy felices. 

Hasta que un día abrí mis ojitos y Pipe ya no estaba, los humanos decían que se había ido de viaje a un lugar muy lejos y que se demoraría en llegar. Yo me puse muy triste, pero me propuse estar muy juicioso y esperarlo, así cuando volviera estaría muy orgulloso de mi. Y así fue, pero ya no jugaba con nadie, a veces la señora humana tenía problemas de memoria y se le olvidaba dejarme la comida, me sentía solo y triste.

Un día estando en la cocina, escuché a los humanos decir que Pipe no volvería, que debía concentrarse en sus estudios y hacer una vida en ese nuevo lugar. ¿Pero acaso, yo no soy parte de la vida de Pipe? así como él es parte de la mía? que digo, parte no, Pipe es mi todo. Y si no vuelve qué haré sin él? ¿ con quién podré jugar? ¿con quién daré paseos todos los días? ¿Quién hará que se me mueva mi patica a punta de cosquillas? 

También escuché que los humanos no saben qué hacer conmigo porque ya no pueden tenerme con ellos, que los gastos ya son muy altos, que no tienen tiempo para estar conmigo y que de todas formas estorbo, porque no hago nada, ya soy un viejo al que solo le gusta dormir. 

Y así llegó el día, me sentí muy confundido, los humanos me llevaron a un bosque, el señor humano me explicó que debía buscar una familia nueva y que ahora iba depender solo de mi, la señora humana me quitó mi collar, el collar que Pipe me regaló hace algunos años, y con mi correa me dejaron al lado de un árbol, no entendía lo que pasaba, sentía mucho miedo y ansiedad, y empecé a ladrar para pedirles que me explicarán, ellos se afanaron, se subieron al carro y se fueron, se les olvidó llevarme! por eso les ladré más duro pero no me escucharon, me logré soltar, y corrí detrás del carro porque quizá no se dieron cuenta que no me había alcanzado a subir en la silla de atrás del carro, donde siempre nos hacíamos Pipe y yo. Pero no pude alcanzarlos, pobres humanos, deben estar muy tristes, seguro cuando se den cuenta que no estoy, me buscarán, por eso como siempre lo he hecho, me voy a quedar aquí bien juicioso esperando a que me encuentren, y prometo que estaré más pendiente y menos distraído para que  nunca nos vuelva a pasar, no les volveré a dar a ese susto ni ustedes ni a mi! Lo prometo.

Ese fue el peor día de mi vida, perdí a mis humanos por mi culpa, aún todavía no me muevo de esta zona esperando volverlos a ver, ya tengo el pelo muy largo y sucio, mi cadera me duele al caminar, sobre todo cuando corro al evadir las piedras que me tiran algunos humanos molestos porque me acerco a las canecas a buscar un poco de comida y agua. Pero no pierdo la fé, tengo la esperanza de volverlos a ver, todas las noches cierro mis ojitos esperando que al abrirlos en la mañana siguiente me encuentre en la cama de Pipe y todo sea un mal sueño, los extraño mucho humanos, nunca pero nunca los voy a olvidar.

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